21 de ocubre: día mundial del ahorro de energía

Aprovechando esta efeméride, desde Socaire queremos aprovechar para incidir en la importancia de la energía en el día a día de nuestros hogares. Resulta imprescindible, más aún ahora que los hogares tienen que hacer malabarismos con sus economías para poder atender todos los frentes, siendo uno, y no menor, el pago de las facturas de luz y gas, especialmente cuando ya asoma en el horizonte la época más fría del año.

Muchas veces empezamos la casa por el tejado y cuando queremos ahorrar en las facturas de la luz y el gas ponemos toda nuestra energía en comparar las diferentes tarifas existentes en el mercado, y contratamos la “mejor”.

Es innegable que de esta forma podemos disminuir nuestros costes energéticos, pero, ¿y si además de devanarnos los sesos para pagar menos por cada kilovatio-hora, probamos a mejorar nuestros hábitos de consumo y consumimos menos? Al fin y al cabo, la energía más barata es aquella que no se consume.

Desde Socaire animamos a poner en el centro nuestros hábitos de consumo y buscar mejorarlos, poniendo el foco en aquellas acciones que son verdaderamente diferenciales

Por ejemplo, es muy común poner mucho interés en apagar las luces al salir de cada estancia. Esta es una batalla habitual entre generaciones en los hogares pero, si pensásemos que la iluminación sólo supone en torno al 9% del consumo eléctrico de la vivienda, quizás nos centraríamos en otros elementos, lo cual no significa que debamos despreocuparnos por ello.

Muchas veces empezamos la casa por el tejado y cuando queremos ahorrar en las facturas de la luz y el gas. Empecemos la casa por los cimientos y centrémonos en disminuir la demanda de energía de nuestras viviendas

Entonces, ¿qué es lo que más consume en casa?

La respuesta es el frigorífico, que se lleva casi el 30% del consumo eléctrico de la vivienda

Nevera
0%
Televisión
0%
Lavadora
0%
Consumos fantasmas (standby)
0%
Iluminación
0%
Horno
0%
Lavavajillas
0%

Elementos con mayor consumo eléctrico en la vivienda

Un buen mantenimiento del frigorífico, tenerlo a una buen temperatura, alejado de focos de calor, que no haga escarcha, no llenarlo muchísimo ni tenerlo muy vacío o abrir la puerta el tiempo imprescindible, pueden ser algunos buenos hábitos que supongan un buen pellizco en la factura eléctrica.

En Socaire elaboramos hace ya un tiempo una serie de consejos para tener una nevera 100% eficiente centrada tanto en su uso como en su mantenimiento.

Otro elemento a considerar es la apuesta por la eficiencia

Apostar por una calificación energética alta puede salir un poco más caro pero a la larga nos hará ahorrar mucho en la factura. Una clase energética A+++ consume de media un 60% menos que una A+

etiquetas certificado energético

Si tenemos que cambiar algún electrodoméstico conviene prestar atención a la calificación energética a la hora de comparar. Nos puede salir un poco más caro, cierto, pero a lo largo de su vida media nos hará ahorrar mucho en la factura. Las etiquetas los delatan: una clase energética A+++ consume de media un 60% menos que una A+.

¿Y la iluminación?

Al igual que la fijación por apagar las luces, es común que la primera apuesta por la eficiencia sea el cambio de toda la iluminación de la vivienda a LED.

Es cierto que una bombilla LED consume un 50% menos que las de bajo consumo, y no digamos ya que las incandescentes. Pero, ¿cuánto tiempo tenemos encendida la bombilla de la mesilla de noche frente al tiempo que utilizamos la placa vitrocerámica? ¿Dónde conviene poner la atención? Y no, no nos referimos solo a cambiar la placa por una más eficiente, sino a tener buenos hábitos a la hora de cocinar, para minimizar el gasto energético.

Por último...

Existen multitud de lugares en los que informarse sobre cómo mejorar nuestros hábitos de consumo energético y sobre las posibilidades de ahorro que nos ofrecen los electrodomésticos más eficientes. Empecemos la casa por los cimientos y centrémonos en disminuir la demanda de energía de nuestras viviendas:

  • Mejorando los aislamientos
  • Eliminando los consumos fantasmas
  • Apostando por la eficiencia
  • Mejorando nuestros hábitos de consumo

No nos quedemos en el precio del kilovatio-hora más barato, que en todo caso, sería la guinda del pastel que acabamos de presentar. Y si además ese kilovatio-hora que consumimos en casa tiene un certificado de origen renovable, mejor que mejor.

La energía más barata

es la que no se consume

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